A ÉL TODA LA GLORIA!!!

miércoles, 10 de febrero de 2016

Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados... sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza

REFLEXIONA Tus testimonios son muy firmes; La santidad conviene a tu casa, Oh jehová, por los siglos y para siempre. Salmo 93:5
PASTORES LOBOS



EL PASTORADO: ¿ES UNA PROFESIÓN O UN LLAMADO?

LA REALIDAD MORDIDA POR EL PECADO

Capturado pastor que lideraba banda criminal en el Valle


La Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin), en coordinación con el Departamento de Policía del Valle del Cauca, capturó a cuatro personas, integrantes de una peligrosa banda conocida como “Los Pastores de Costa Rica”.


El procedimiento, realizado de manera simultánea en los municipios Yumbo y Ginebra, permitió ubicar a Wilson Enrique Gaitán González, representante de una comunidad cristiana identificada como “Iglesia Pentecostés Movimiento Misionero Mundial”, cuya sede está situada en el corregimiento Costa Rica, de esta última población.

En el operativo también fueron capturados Fabio Gil Caballero, alias “El Panadero”Johan Armando Peña Devia, alias “El Trompón” y Héctor Castañeda Rivera, alias “El Visco”, quienes ayudaban al “Pastor” en la comisión de diferentes actividades ilícitas como extorsiones, amenazas y atracos, cometidos en varios caseríos del corredor montañoso que conduce al departamento del Tolima.

Según la Policía Nacional, “Los Pastores de Costa Rica” solían ganarse la confianza de los habitantes de la región donde estaban asentados, a fin de pasar inadvertidos y por el contrario lograr el respaldo de quienes de buena fe acudían a los actos religiosos convocados por Gaitán González, no obstante lo cual algunos de los engañados también fueron víctimas de la banda, que actuaba haciéndose pasar como una facción de la compañía “Alonso Cortés” del sexto frente de las Farc.

La Policía Nacional estableció que aunque estructuralmente los capturados no hacían parte del mencionado grupo guerrillero, los mercados que recogían bajo la sombrilla de campañas de colaboración para los más necesitados, iban a parar a manos del “sargento Pascuas” y sus cómplices.

La investigación, realizada durante los últimos tres meses, permitió que las autoridades judiciales expidieran órdenes de captura por secuestro simple, hurto agravado y calificado y porte ilegal de armas, conductas que derivaron en la imposición de medida de aseguramiento en centro carcelario tanto para “El Pastor”, como para los otros detenidos.
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LA REALIDAD BÍBLICA


Características que el pastor debe tener

*El pastor obtiene una buena reputación evitando las malas características y practicando las buenas. Hemos visto cinco rasgos malos que se deben evitar. Ahora vamos a estudiar siete cualidades buenas del pastor.

  A.      El pastor debe ser marido de una sola mujer

El griego dice literalmente, “sea el hombre de una mujer”. En los días de Pablo la gente necesitaba oír esto. Los pecados sexuales eran tan comunes como la salida del sol. Los templos como el de Corinto tenían mil prostitutas. La poligamia, el divorcio fácil y los matrimonios recurrentes eran comunes. Pablo les recordó a los creyentes de Corinto de su pasado. Algunos de ellos habían sido muy pecaminosos. Él insistía en que la norma para la Iglesia debía ser más alta que la norma para el mundo.
El pastor es un ejemplo para la iglesia. El pastor debe ser marido de una sola mujer. ¿Esto quiere decir que un hombre joven y soltero no puede ser pastor? Hoy hay muchos solteros en ministerios fructíferos. Muchos jóvenes abren nuevas iglesias. Éstos tienen menos responsabilidades económicas que un pastor casado. De modo que los pastores jóvenes, solteros pueden ser una gran bendición para el reino de Dios. Pero la gente espera que el pastor joven, soltero se case tan pronto como pueda.

 *Miguel era un pastor joven. Asistió 3 años al Instituto bíblico. Mientras estaba estudiando, predicaba los domingos. Con el tiempo, llevó a aproximadamente veinte personas a Cristo y éstas fueron los primeros miembros de la nueva iglesia que él comenzó. Con el tiempo se graduó del Instituto bíblico. Él no tenía esposa ni casa. Sus recién convertidos diezmaban. La Iglesia Nacional acordó en ayudarle a tomar en arriendo una casa por 1 año. Durante ese tiempo, cuatro nuevas familias de creyentes empezaron a asistir a su pequeña iglesia. Por un tiempo, la gente aceptaba el hecho de que él no tenía esposa. Pero él sabía que debía casarse pronto. Era muy difícil hacer el trabajo de pastor él solo. También, sabía que muchas personas maduras lo respetarían más después de casarse. Miguel planeaba sus sermones sabiamente. No predicaba sobre la familia sino hasta después de casarse y tener hijos. Todo pastor debe ganarse el derecho de aconsejar a los demás.

 Un hombre llamado Geraldo era el candidato favorito de muchos para presidente de su país. Era bien parecido, bien educado y popular. Como orador, era dotado y persuasivo. Parecía que podría ser elegido. Entonces alguien descubrió que le era infiel a su esposa. Inmediatamente, la gente perdió confianza en él, y retiró su candidatura. Aún fuera de la iglesia, la gente con frecuencia espera que un líder le sea fiel a su esposa. En la iglesia, la Biblia dice que el pastor debe ser un hombre fiel a una sola mujer.

 Carlos, un autor bien conocido y predicador de radio, asistía a una reunión lejos de su esposa y de sus hijos. Dos mujeres se le acercaron, ofreciéndose a ir con él a su cuarto del hotel. Él dijo “¡NO!” Hoy él permanece siendo un hombre irreprensible, de una sola mujer. Está llevando a muchos a Cristo y hacia la madurez cristiana.

*Pastor, Satanás le ofrecerá una mujer que no es su esposa. Antes de hacer tratos con él, hágase algunas preguntas serias. ¿Quiere traicionar al Dios que lo salvó y lo llamó?¿Quiere enlodar el diploma u ordenación por la que trabajó tan arduamente? ¿Quiere traer vergüenza a su nombre y a su familia? ¿Quiere una señal en usted que durará para toda la vida? ¿Quiere renunciar a su iglesia? Un vehículo que pasa podría salpicar de lodo a alguien que va caminando. ¡Pero hay quienes se untan el lodo ellos mismos!

**Grábese en la memoria Proverbios 6:32–33–32 “Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; corrompe su alma el que tal hace. 33 Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta nunca será borrada”.

 Las señales duran toda la vida. Dios le puso una señal a Caín para que todos la vieran. Esa señal le duró por el resto de su vida. La pone señales en los animales como el ganado, los caballos y las cabras. Los animales llevan esa señal por toda su vida. Los desertores en algunas guerras han sido señalados. Un desertor fue señalado con una “D” en la cara. Desde ese día en adelante él afrontó el reproche público. Un libro titulado La letra escarlata cuenta del reproche público. Una mujer participó de un pecado sexual. Su castigo fue llevar puesta la letra “A” de adulterio. Tenía que llevarla puesta para que todos la vieran. Así mismo, el creyente que comete pecado sexual recibe una señal y reproche. “… su afrenta nunca será borrada” (Pr 6:33).

*Aunque Dios lo perdonará, la gente seguirá recordando. Pregúntele al rey David—él cometió adulterio con Betsabé hace más de 3.000 años. ¡La gente por todo el mundo todavía habla de eso! Una reputación de pureza moral es como la primogenitura de Esaú. El que la vende jamás la puede recuperar, aunque la busque con lágrimas. Pastor, que nunca se diga de usted como de Sísara que fue asesinado por una mujer (Jue 4). Cásese con una esposa y sea fiel para toda la vida (Mal 2:14). Cumpla las promesas que usted haga en el día de su boda. El pastor debe ser un hombre de una sola mujer.

  B.      El pastor debe ser amable

Estudiamos cinco características que el pastor debe evitar. Entre éstas, Pablo dijo que el pastor irreprensible no es iracundo, ni pendenciero, ni violento. Ser amable es lo opuesto de estas malas cualidades. El pastor amable es manso, bondadoso, humilde y perdonador. Pablo le recordó a Timoteo que fuera amable con todos, hasta con los enemigos.

  *24 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad (2 Ti 2:24–25).

 *Un pastor frunció el ceño desde atrás del púlpito. Miró con ojos airados a la gente en las bancas. Luego pronunció palabras severas. “Yo no me opongo a alimentar al creyente con leche de un biberón. ¡Pero me irrita si tengo que sacar las dentaduras postizas para meter el biberón!” Este pastor estaba molesto porque los creyentes ancianos todavía eran inmaduros. No reconocía que él mismo estaba siendo infantil. Pero la congregación reconoció que él no tenía madurez. En menos de un año le pidieron que se fuera. Luego eligieron a un pastor que era más amable. A las ovejas no les gusta el pastor que las patea.

Jesús es nuestro amable Pastor. Mateo enfatizó su amabilidad.

  19 “No contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las calles su voz. 20 La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio. 21 Y en su nombre esperarán los gentiles” (Mt 12:19–21).

*Estas palabras poéticas contienen por lo menos tres ilustraciones. Jesús no pelea ni grita a la gente en la calle. Él es tan amable que no romperá ni una débil caña que ha sido estropeada por el río. Finalmente, Él es tan amable que no apaga ni un pábilo humeante. Jesús es tan manso como una paloma.

Isaías escribió acerca de la ternura de Dios. “Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas” (Is 40:11).

El pastor debe ser manso. Y Jesús, el Buen Pastor, es nuestro ejemplo. El apóstol Pablo era un hombre rudo, pero era manso con los creyentes “… como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos” (1 Tes 2:7).

¿Usted cree que necesita más mansedumbre? Pablo le dijo a Timoteo que la mansedumbre es algo que debemos tratar de poseer. Dios quiere ayudarnos a todos a ser más mansos. La mansedumbre es un fruto del Espíritu Santo (Gá 5:23). Cuando andamos en el Espíritu, los demás verán que somos mansos. Recuerde, la sabiduría que es de lo alto es pacífica y amable (Stg 3:17). No pierda la calma ni azote a la gente con palabras ásperas. No tumbe a la gente con la lengua. Una persona sabia es una persona mansa.

*A veces la gente no se da cuenta de que no son amables. Pastor, pídales a su esposa y a sus hijos que le ayuden a crecer en amabilidad. Invítelos a que le digan cuando usted sea demasiado riguroso. También, invite a un amigo para que le recuerde ser amable. Los que se humillan lo suficiente como para pedir ayuda, la reciben. Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes (Stg 4:6).

  C.      El pastor debe ser sobrio, prudente y disciplinado

*Sea sobrio y contrólese. Limite la manera en que responde a sus deseos carnales. No coma demasiado ni se vista con demasiado lujo. Controle sus deseos como el jinete controla el caballo, o el ciclista la bicicleta. Si su estilo de vida es excesivo y no está dentro de los límites aceptados, usted tendrá mala fama. Use las cosas de este mundo sin abusar de ellas (1 Co 7:31). Lo mismo que con la mansedumbre, dependa del Espíritu Santo para producir el fruto del dominio propio en su vida. Ande en el Espíritu y así no satisfacerá la lujuria de la naturaleza pecaminosa (Gá 5:16).

También, sea disciplinado—es decir, bien portado. No se dé a conocer por ser grosero, por tener explosiones de enojo ni por descuidar su deber.

*Las cualidades de esta lección son lo opuesto a ser borracho, o enredarse con las cadenas de la carne y del alma. Sea un ciudadano bien equilibrado, quieto, respetado y conocido por sus buenas obras. Un buen nombre brilla en la oscuridad.

  D.      El pastor debe ser hospedador

*Una persona hospedadora les abre las puertas de su casa a otros. Sea generoso con su comida y su bebida a los salvos y a los perdidos. Usted abrirá el corazón de la gente al abrir las puertas de su hogar. Los mezquinos comparten las palabras pero no la comida. Pero muchos entran al reino de los cielos por la puerta de la casa del pastor.

 *Bárbara Tuttle sirvió muchos años como misionera en la India. De sus primeros años de ministerio, ella cuenta de una gran verdad que una mujer llamada Amani le enseñó. “Estoy tan contenta que apenas puedo sostenerme de pie”, dijo Amani. “¿Por que?” preguntó Bárbara. “¿Has tenido buenas noticias?” “Si”, contesto Amani. “¡La próxima semana vienen catorce personas a pasar 3 días en nuestra casa!” Bárbara se sorprendió. “¿En tu casa pequeña que sólo tiene dos cuartos? ¿Cómo van a caber? ¿Dónde se van a sentar? ¿Dónde van a dormir? Amani guardó silencio por un momento. *Luego dijo: “Tú eres una visita aquí, por eso no nos conoces muy bien todavía. Pero uno de nuestros dichos dice que ‘si hay lugar en el corazón, hay lugar en el hogar’ ”. Así Amani le enseñó a Bárbara una lección que nunca olvidó. Asegurémonos de hacer lugar para la gente en nuestro corazón y así nos será fácil ser hospedadores.

  E.      El pastor debe ser amante de lo bueno, y ser santo y recto

El pastor debe odiar lo malo y amar lo bueno (Tit 1:8; Ro 12:9). Esta es la clave para ser exaltado por Dios. Jesús es el Príncipe de los pastores. (1 P 5:4). Él es un gran ejemplo de uno que ama lo que es justo.

  *8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino. 9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros (Heb 1:8–9).

*José es otro ejemplo de uno que amaba lo justo. Esto hizo que viviera una vida santa, justa. Así que Dios lo exaltó como líder. La justicia enaltece, pero el pecado es una deshonra (Pr 14:34).

*Pastor, Dios lo ha exaltado a usted para que sea un ejemplo. “…Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados” (Ef 4:1). Siempre obedezca el consejo de Pablo a Timoteo: “…sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Ti 4:12). Usted influenciará a más personas con su vida que con sus sermones. Sea conocido como un pastor que ama y que vive lo que es correcto. ¡Manténgase a la altura!

  De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro (Pr 22:1).

  F.      El pastor debe ser apto para enseñar

Como dijimos en la introducción, predicar y enseñar son dos expresiones de un ministerio. El predicador es también el maestro.

Sólo podemos enseñar lo que aprendemos. Por lo tanto, el predicador debe ser un constante estudiante de la Palabra. Hay un sentido en que los predicadores nunca se gradúan. (Se dirá más sobre esto en el capítulo 2.)

Recuerde que enseñar exige de más que conocimiento. Para ser un buen maestro uno debe ser una buena persona. Observe que en 2 Timoteo 2:24, la frase “apto para enseñar” está rodeada por las virtudes del maestro.

  24 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad (2 Ti 2:24–25).

*Un hombre capaz de enseñar tiene la humildad de un siervo, la mansedumbre de una madre y la bondad de una abuela. ¡Anímese—los buenos maestros mejoran!

  G.      El pastor debe ser un buen gobernador de su propia familia

Anteriormente notamos que el matrimonio hace que muchos respeten más al pastor. El pastor muy bien podría comenzar su ministerio siendo joven y soltero. Pero su respeto aumentará a medida que su familia crece.

Elí es un ejemplo del alguien que se descalificó a sí mismo de ser líder espiritual. Sus hijos eran inmorales, y él no hizo nada con respecto a ello (1 S 2–3).

 *En contraste con Elí, ¡algunos pastores tratan de mandar a su esposa y a sus hijos como un hombre que maneja una carreta de asnos! Esto con frecuencia causa rebelión en vez de cooperación. El hombre debe aprender a amar a su esposa como a sí mismo y como Cristo amó a la Iglesia (Ef 5:25). Luego entonces ella se deleitará en vivir en paz con él. Tampoco el padre debe provocar a sus hijos a ira. Por el contrario, debe criarlos en la disciplina y amonestación del Señor (Ef 6:4). 

Los hijos normalmente responden bien a un padre que los trata con amor, ternura, respeto y solicitud. Si el hombre siembra estas buenas semillas en su familia, segará una buena cosecha. 

Y recuerde que la persona solamente tiene tanta influencia como tiene relación. *Las relaciones sanas son el resultado de pasar tiempo juntos, hablando, caminando, trabajando, jugando, orando y alabando. Así que asegúrese de que pase tiempo con cada uno de los de su familia. Hablamos de este importante principio en nuestro curso de Matrimonio y familia de la Serie fe y acción. Todo pastor debe aprender a ser un buen esposo y padre.

Considere la siguiente parábola. Describe tres maneras en que tres padres enseñaron a un niño.

 *Primer padre. “Tomé la mano de un niñito en la mía. Él y yo íbamos a dar un paseo juntos por un rato. Yo debía guiarlo hacia el Padre. Era una tarea que me parecía muy grande. ¡Tanta responsabilidad! Así que le hablé al niño sólo del Padre. Le dije al niño que Dios se enoja mucho cuando lo desagradamos. Le dije al niño que se portara bien para que Dios no se enojara. Caminamos bajo árboles altos, y le advertí al niño que el Padre podía mandar rayos y truenos para destruir los árboles. 

Caminamos juntos a la luz del sol. Yo enfaticé que Dios hace el sol abrasador y ardiente. Entonces, una tarde, nos encontramos con el Padre. El niño se escondió detrás de mí. Él tenía miedo de tomar la mano del Padre. Yo estaba entre el niño y el Padre. Me pregunté, ¿Había sido demasiado serio?”

Segundo padre. “Tomé la mano de un niñito en la mía. Yo debía guiarlo hacia el Padre. Sentí la carga de las muchas cosas que debía enseñarle. Así que no perdimos ningún tiempo. Nos apresuramos de lugar a lugar. Comparamos las hojas de diferentes árboles. Rápidamente pasamos a examinar un nido de pájaro. El niño empezó a hacer preguntas sobre el nido. Pero yo lo apresuré a que atrapara una mariposa. A veces el niño se cansaba y se dormía. Pero yo lo despertaba para que no se perdiera de ninguna lección. Hablamos del Padre con frecuencia y rápidamente. Le conté al niño todas las historias que debía saber. 

Pero tantas veces las cosas nos interrumpieron. Una vez sopló el viento y tuve que suspender una historia para explicarle el viento. En medio de otra historia el niño me hizo una pregunta acerca del río. Así que le expliqué tanto del río como pude. Entonces, una tarde, nos encontramos con el Padre. El niño sólo le dio una mirada, y sus pensamientos comenzaron a divagar en varias direcciones diferentes. El Padre extendió la mano hacia el niño. Pero el niño no estaba lo suficiente interesado para tomarla. En vez de eso, el niño se acostó a descansar. Yo me pregunté, ¿Acaso había tratado de enseñarle demasiadas cosas?”

Tercer padre. “Tomé la mano de un niñito en la mía. Yo debía guiarlo hacia el Padre. Mi corazón se regocijó por este privilegio. Caminamos despacio. Yo daba pasos cortos para emparejarlos con los del niño. Hablamos de las cosas que el niño observaba. A veces recogíamos las flores del Padre. Tocábamos sus suaves pétalos y nos encantaban sus colores brillantes. 

A veces observábamos a uno de los pájaros del Padre construir su nido. Vimos los huevos que estaban puestos. Después, nos maravillamos por la manera en que el pájaro cuidaba a sus pequeñuelos. Con frecuencia contábamos historias del Padre. Yo se las contaba al niño, y el niño me las volvía a contar a mí. Las contábamos, el niño y yo, una y otra vez. A veces nos deteníamos a descansar, recostándonos en uno de los altos árboles del Padre. 

Nos quedábamos en silencio, sintiendo su viento fresco soplarnos suavemente en la cara. Entonces una tarde nos encontramos con el Padre. Los ojos del niño brillaron de gozo. Con ansiedad, miró con amor y confianza la cara del Padre. Puso su mano en la mano del Padre. Por el momento, yo estaba olvidado, pero contento”.

Quizás la mayor prueba de la madurez de un líder espiritual es su relación con su propia familia. Un hombre que fracasa en relacionarse bien con su familia, probablemente cometerá errores similares con la iglesia. El hombre que aprende a guiar bien a su esposa y a sus hijos probablemente aprenderá las habilidades necesarias para dirigir a un grupo más grande. Observe que Pablo trataba con los creyentes “…como el padre a sus hijos…” (1 Tes 2:11). 

El hombre debe ser fiel con el número más pequeño de personas antes de que se le dé la responsabilidad de un número más grande (Lc 16:10). Para aprender más sobre cómo ser un buen gobernador de su familia, estudie nuestro curso Matrimonio y familia de la Serie fe y acción.

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