A ÉL TODA LA GLORIA!!!

miércoles, 17 de febrero de 2016

Hijo mío, si los pervertidos te quieren seducir, No consientas. Hijo mío, no los acompañes en su camino, Aparta tu pie de sus senderos,Porque sus pies corren hacia el mal,

REFLEXIONA Tus testimonios son muy firmes; La santidad conviene a tu casa, Oh jehová, por los siglos y para siempre. Salmo 93:5
El aconsejamiento es primordial


LA CONSEJERÍA: PRIMORDIAL EN LA CONGREGACIÓN
LA REALIDAD MORDIDA POR EL PECADO


Adolescente se suicida tras video humillante publicado por su padre
El caso de una adolescente que se suicidó luego de ser humillada por su padre en redes sociales ha indignado a la comunidad estadounidense que pide castigo para el progenitor.


Izabel Laxamana, de 13 años, se suicidó en Washington a unos días de que su padre compartiera un vídeo de ella en Internet como castigo.

En la grabación puede verse la reacción de la adolescente después de que su padre le cortara el cabello como sanción a su mal comportamiento. Un amigo de Izabel fue capaz de grabar el vídeo con su móvil justo antes que este fuera retirado de Youtube.
"Estas son las consecuencias de complicar las cosas. Has perdido todo tu precioso pelo”, se oye decir a su padre. Luego la cámara apunta al suelo, donde se pueden ver los mechones de cabello. “¿Ha merecido la pena?”, pregunta otra vez el hombre. “No”, responde Izabel. “¿Cuántas veces te lo he advertido?”, pregunta él. “Muchas”, responde ella con temor.


El motivo para este castigo se desconoce.

Según informó el medio local News Tribune, el pasado sábado, la joven se bajó de un carro y se lanzó por el puente de la carretera Interestatal 5. A pesar de que fue enviada a un hospital de Seattle de inmediato, Izabel murió a las pocas horas del ingreso.

En la web ‘Justicia para Izabel’, creada para honrar la memoria de la fallecida, se pide un castigo al padre por ‘parent shaming’ (padres humillan a sus hijos en internet como forma de castigo). Ahora los amigos de la familia están recolectando dinero para costear su funeral, en GoFundMe.

LA REALIDAD A LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS



En algún momento todos hemos recibido ayuda de alguien que decidió atender nuestra necesidad, y que además contaba con las capacidades necesarias para cumplir su objetivo. Desde el mecánico que arregló nuestra bicicleta hasta el médico que nos removió los cálculos renales, y el consejero que nos orientó al elegir una carrera, cada uno ha sido importante para nuestro desarrollo.

La historia también ha demostrado que ciertas personas, en condiciones apropiadas y con el conocimiento adecuado, fueron capaces de ayudar a otras a enfrentar conflictos de toda índole. La posibilidad de dar guía u orientación a otro individuo también es factible en el área emocional, y no sólo en la parte técnica.

He tenido el privilegio de ayudar a muchas personas y creo que una de las experiencias más hermosas es comprobar que nuestra orientación, nuestras palabras y consejos, les han servido para enfrentar sus crisis personales.

Debido a que todas las personas necesitan orientación en algún momento, y que los niveles de madurez son siempre dispares, encontramos que algunos están más capacitados que otros por lo cual nos es posible aprender de sus experiencias y consejos. 

A raíz de esto, también han surgido una gran variedad de profesionales de ayuda que cumplen con una importante función en la sociedad como: capellanes, trabajadores y visitadoras sociales, abogados, ministros, psiquiatras, profesores, entrenadores en las distintas disciplinas deportivas, psicólogos, etc., cuyas disciplinas nacieron gracias al deseo de ayudar y orientar a los individuos que no utilizan sus propios recursos porque no saben cómo hacerlo, o con el fin de que adquieran nuevas técnicas y formas de enfrentar los problemas que no hayan podido resolver. 

Por otra parte, aunque es cierto que en las diferentes áreas de conflicto se requiere de la orientación de distintos especialistas y de técnicas muy diversas, también lo es que todas aquellas personas que han recibido sabiduría por parte de Dios tienen la posibilidad, en forma general, de consolar a otros en sus crisis.


  No todos pueden ayudar

Las buenas intenciones y la empatía de una persona no son suficientes para dar sabias orientaciones. Aunque la mayoría de nosotros es capaz de prestar ayuda en las necesidades mínimas, lamentablemente no todos podemos orientar, de manera sabia y profesional, a quienes tienen necesidades específicas y, por lo tanto, requieran de un tratamiento fructífero.

El solo hecho de contar con experiencia no nos capacita para ayudar, y no todos los que aprenden a resolver problemas técnicos son capaces de enfrentar sus problemas personales. Seguramente usted conoce profesionales inteligentes que han destruido sus familias, no por maldad sino por inhabilidad. También existe el otro lado de la moneda: muchos profesionales que pese a ser efectivos en sus servicios técnicos o profesiones, no son muy eficientes en el manejo de las relaciones interpersonales o en las relaciones con su propia familia. Un mecánico puede solucionar los problemas que una persona tenga con su automóvil, pero no puede ayudarla a vencer el temor de manejar. Mientras usted estudiaba, sus profesores lo orientaban y le impartían conocimiento. Pero al mismo tiempo, tenía otras necesidades que lo motivaron a buscar otro tipo de ayuda en esas mismas personas, aunque no siempre pudieron brindársela porque no a todos les es posible resolver ciertas situaciones de conflicto.

  “Por el solo hecho de adquirir experiencia no estamos capacitados para vivir ni para ayudar, y no todos los que aprenden a resolver problemas técnicos aprenden a enfrentar problemas personales. La prueba es que existen muchos profesionales inteligentes que han destruido sus familias, no por maldad, sino por inhabilidad. Para saber enfrentar problemas debemos prepararnos y cuando la solución escapa de nuestra competencia, debemos buscar alguien que nos pueda orientar con profesionalismo y excelencia”.


  Algunos pueden prepararse para ayudar

La intención, al escribir este libro, es ser un instrumento de orientación para que no sólo los consejeros o los pastores puedan desarrollar la habilidad de ayudar, sino también otras personas que sientan compasión y mucho amor por la gente, y que además posean el potencial de dar orientación sabia, si reciben primero sabia orientación. En la sociedad existen muchas personas que por su profesión o tipo de trabajo que realizan, están en contacto permanente con las necesidades humanas y a muchas las buscan para recibir su consejo.

En las congregaciones cristianas, la búsqueda de asesoría no se limita sólo a los pastores. En los grupos de afinidad y de apoyo, en las células familiares, existen personas que no tienen acceso a sus líderes en forma regular y ante la necesidad de recibir asesoramiento buscan a aquel que esté más inmediato, sea que esté preparado o no. Tanto ancianos, como líderes de grupos familiares, diáconos, y líderes de jóvenes, damas y grupos de varones, son consultados regularmente por los nuevos creyentes que comienzan a aprender a vivir en un estilo de vida nuevo y basado en valores diferentes. Mi deseo es ayudar a quienes lo planeen o no, se verán involucrados en esta hermosa pero difícil tarea de aconsejar sabiamente. Este es un libro de guía para todos los lideres que deseen adquirir conocimiento, aprender técnicas y desarrollar empatía con los que se encuentran en necesidad ya que en algún momento buscarán su ayuda por tener más experiencia o una posición de autoridad.

Estoy convencido de que no todos los pastores pueden orientar profesionalmente, pues algunos no tienen la capacidad de aconsejar y no todos han sido llamados por Dios para cumplir esa función ministerial; por esto, a aquellos que se han autoelegido, Dios no los ha capacitado para ayudar. Pero debido a la existencia de millones que sí han sido llamados, y puesto que muchos no han tenido la oportunidad ni el privilegio de estudiar asesoramiento familiar, mi intención es entregarles conocimiento y herramientas para que puedan realizarlo con excelencia. Estoy convencido de que todos ellos pueden hacerlo si toman la determinación de prepararse con diligencia y de adquirir las técnicas indispensables.

Creo que es obvio que quien recibe orientación adecuada puede responder mejor en la vida. En un estudio de 400 evaluaciones psicoterapéuticas se llegó a la conclusión de que el aconsejado que ha recibido alguna terapia actúa mejor que el 75% de los individuos que no han sido tratados. En mi práctica personal también he comprobado que quienes han pasado por un proceso de asesoramiento poseen más herramientas y pueden enfrentar las crisis con mayor conocimiento. Podemos concluir que la ayuda sí ayuda, pero necesitamos prepararnos para saber cómo y en qué áreas es necesario hacerlo.

Por existir diferentes formas de acercamiento a los conflictos, por lo complicado que se puede tornar el relacionarse con otros y por lo complejo de las necesidades humanas, se requiere de una gran preparación. Parte de ella es adquirir la suficiente información con respecto a los problemas que pueden enfrentar el hombre y la mujer. Un buen consejero no sólo debe tener conocimientos sino, además, herramientas, una buena actitud y sabiduría para orientar con excelencia y en forma práctica a aquellas personas que, al confiar en él, le comparten sus más íntimas necesidades.

  “Estoy seguro de que la ayuda sí ayuda, y que necesitamos prepararnos para saber cómo, cuándo y en qué áreas ayudar”.

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